El canto litúrgico es un servicio que enriquece profundamente la celebración de la Eucaristía. Su misión es ayudar a la asamblea a vivir con mayor hondura cada momento de la celebración, respondiendo en armonía a la dinámica de la liturgia. Por eso, compartimos aquí algunos aspectos prácticos y orientaciones para quienes ejercen este ministerio en sus comunidades y parroquias.
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Esperamos que este artículo sea un apoyo para toda la comunidad arquidiocesana y, de manera especial, para quienes sirven a través de la música. Queremos animarles a reconocer y agradecer las fortalezas que enriquecen sus ministerios, al mismo tiempo que a descubrir, con humildad y apertura, aquellas situaciones que pueden ser mejoradas a la luz del Magisterio de la Iglesia y de las orientaciones propias de este servicio.
