La oración en la Iglesia es crucial para el crecimiento espiritual de las comunidades; sobre todo una oración que lleva a la edificación de estas con actos concretos de misericordia. Así mismo una liturgia vivida en Espíritu y Verdad, mueve el corazón de los fieles a una caridad sin límites. En Conclusión, la Palabra de Dios contemplada en la oración y celebrada en la liturgia mueve a la Iglesia a actos como el servicio en las prisiones, en hospitales, y otros lugares con profundas necesidades existenciales.
Los capellanes y otros animadores de la evangelización en estos lugares de misericordia nos dan testimonio de esta experiencia de materialización de la fe.
En este séptimo Número de nuestra Revista Oremos, tenemos la oportunidad de profundizar en la experiencia de nuestra fe, así:
En el arte de celebrar:
Encontramos un bello articulo relacionado con las Solemnidades del Señor en el tiempo Ordinario, ayudándonos a reconocer los profundos aportes para nuestra vida espiritual, a partir del rico contenido de las oraciones y lecturas de la misa.
En para ti es mi música:
Descubrimos la importancia del canto de entrada de la misa, expresión poético-musical de sinodalidad ya que el canto une nuestros corazones y nos dispone a la contemplación del misterio celebrado y a la celebración comunitaria.
Ver artículo completo "El canto en la entrada de la misa"
En el arte de orar:
Por medio de este artículo podemos profundizar que, por medio de la oración, el ser humano entra enteramente en relación con Dios, orando con cada parte de nuestro cuerpo ya que somos un cuerpo orante.
En la Liturgia y piedad:
Nos encontramos con María, esperanza de la Iglesia, donde se resaltan las virtudes de nuestra Madre y se reconoce que la acción del Espíritu Santo “mueve”. Lleva a María a ponerse en salida, actitud que, como iglesia, también asumimos nosotros.
En al servicio de la asamblea:
En este artículo se resalta la importancia del ministerio de la acogida, enfatizando en que es la cara amable del encuentro comunitario ya que es la primera impresión del rostro de la santa Madre Iglesia que abre sus brazos para acoger a sus hijos que se congregan en el templo, casa de todos.
Como Autor invitado:
Contamos con la participación del Padre Wilsson Javier Ávila Espejo, Capellán Hospital san Carlos quién comparte la vida litúrgica y la oración en las clínicas y hospitales.